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En defensa del Olivar de Chamartín

ESCRIBE JESÚS RODRÍGUEZ-VELASCO EN SU BITÁCORA

Jesús Rodríguez-Velasco , escribe en su magnífica bitácora el artículo: "Fundación Ramón Menéndez Pidal y Olivar de Chamartín"

Tengo algunos libros de don Ramón Menéndez Pidal dedicados por éste a Hugo Rennert. Han llegado a mis manos gracias a mi querido Jerry Craddock, que me los regaló hace unos meses. La letra de dedicatoria de Menéndez Pidal es muy estilizada. Me produce una enorme emoción mirarlos.
Menéndez Pidal pertenece por derecho propio a la Historia de la Cultura Europea. Su labor supera con creces las estrechas fronteras del estado español. Las superó en su tiempo y las seguirá superando cuando todas las generaciones de gobernantes españoles que hoy están vivos hayan ya pasado a ser no más que una entrada en la Wikipedia del futuro. Cuando José María Aznar sea el nombre de un oscuro gobernante errático, Rodríguez Zapatero ocupe un par de líneas en alguna tesis doctoral, Esperanza Aguirre quede en el anecdotario popular por su enciclopédica ignorancia y meteduras de pata, los estudiosos y personas cultas seguirán considerando la obra ingente de Ramón Menéndez Pidal y el modo en que ésta ha cambiado no sólo el volumen de conocimiento, sino también el rumbo de una gran parte de nuestras interpretaciones sobre ese conocimiento.
Todo el mundo que haya leído a John Kennedy Toole recordará que hace encabezar su libro con una cita procedente (al parecer) de Jonathan Swift:
When a true genius appears in the world, you may know him by this sign, that the dunces are all in confederacy against him. [Cuando un nuevo genio aparece en el mundo se le reconoce por este signo: todos los necios se conjuran contra él.]
Lo más probable es que los mismos políticos y gobernantes que ahora están tranquilamente dejando languidecer la Fundación Menéndez Pidal del Olivar de Chamartín, y cruzándose de brazos mientras la Fundación Ramón Areces (que debía hacerse cargo de la primera) incumple sus obligaciones entre bostezos de desinterés, ni siquiera se den cuenta de la magnitud de su error.
Cuando Ronald Reagan, en su etapa como gobernador de California, fue informado de las dificultades económicas de la Universidad de California, sentenció que lo único que había que hacer para recuperarse era vender unas cuantas bibliotecas de fondo antiguo. Seguramente nuestros gobernantes se reirán de semejante actitud, sin percibir que es esto mismo lo que su dejadez e inopia está causando de hecho. Reagan no consiguió que se llevara a término semejante mamarrachada. ¿Lo conseguirán nuestros políticos?
En la página web del Olivar de Chamartin puede dejar su carta de apoyo. Allá encontrará también las direcciones de las instituciones implicadas en esta dejación penosa de obligaciones.

Jesús Rodríguez-Velasco
UC Berkeley

 Para leer el resto de las cartas de quienes nos han dado permiso para publicarlas: "Cartas de los Amigos del Olivar de Chamartín "

Imagen del Archivo Digital Menéndez Pidal 

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