PARA PROTESTAR POR EL ACOSO Y ASALTO A LA FUNDACIÓN RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL
Frente a la prepotencia, frente a la tiranía de la incultura, frente al desdén por el estudio y la inteligencia, frente a la necedad de los que sólo saben ofender y destruir, frente a la mugre moral, resistimos y resistiremos. Nos hemos preparado a lo largo de nuestra vida quitándonos horas de sueño y de ocio para dedicarlas al estudio; hemos renunciado a traducir en dinero nuestras aspiraciones, que se resumen en ser mejores y aprender; tenemos el orgullo de sabernos deudores de quienes dedicaron su vida a preservar nuestra historia, nuestra lengua y nuestra cultura, y somos un ejercito invencible porque nos asiste la razón. No vamos a dejar que la Fundación Ramón Areces -y quienes les aseguran su impunidad- destrocen nuestro patrimonio cultural, porque es una herencia que pertenece a la humanidad que nosotros representamos.
Todos los amigos del Olivar de Chamartín y quienes quieran manifestar su oposición al asalto y acoso que está sufriendo la Fundación Ramón Menéndez Pidal por parte de la Fundación Ramón Areces, por favor, escriban expresando su protesta a:
Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España
gabinete@presidencia.gob.es
Asamblea de la Comunidad de Madrid
presidencia@asambleamadrid.es
UNESCO
bpi@unesco.org
Protectorado de Fundaciones
info.fundaciones@mcu.es
Secretaría General de la Fundación Ramón Areces
jgp@fundacionareces.es
Os agradeceríamos que enviárais una copia a la Fundación Ramón Menéndez Pidal
fundacionmenendezpidal@gmail.com
y al correo de esta bitácora, olivarchamartin@gmail.com indicándonos si nos dais permiso para su publicación.
El texto de la carta de protesta ha de estar escrito en el cuerpo del e.mail, porque muchos organismos rechazan los correos con archivos adjuntos por cuestión de seguridad.
Gracias en nombre de todos los que tuvimos la oportunidad de estudiar en la "Casa Menéndez Pidal" el tesoro documental que se ha recopilado y custodiado para todos los investigadores, y gracias también en nombre de las generaciones futuras de estudiosos que podrán seguir haciéndolo.
Foto de la sala Rafael Lapesa en la Fundación Ramón Menéndez Pidal (año 2007)
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